El aceite de oliva (o de aceituna) es un superalimento que es un término que se ha puesto de moda porque se usa para identificar alimentos que por porción contienen una gran cantidad de nutrientes y que destacan por su alta concentración de antioxidantes, grasas saludables, vitaminas y/o minerales.
Es cierto que el aceite de oliva es 3 o 4 veces más caro que los aceites de maíz, de soya o de palma (los que más usamos) pero mira 👓algunos de los beneficios únicos de su consumo regular:
- Reduce el colesterol malo y aumenta el bueno (justo lo contrario del resto de los aceites)
- Ayuda al control de la hipertensión
- Previene las trombosis
- Pone distancia a la diabetes
¡Más que un alimento parece un medicamento!
Ahora bien, el aceite de oliva que ofrece estos beneficios es el que sigue un proceso de calidad denominado VIRGEN EXTRA (ni en sueños pues), es decir, que utiliza las mejores aceitunas y que se extrae de éstas por presión y sin usar calor y, en consecuencia, tiene una acidez menor a 0,8%. Es el tipo de aceite que ofrece la mayor calidad, incluso cuando se usa para freír a altas temperaturas. Recientemente se le menciona por las 4 siglas, es decir AOVE por Aceite de Oliva Virgen Extra.
La recomendación general que podemos hacer, pensando en tu salud y en tu bolsillo, es la de evitar las preparaciones fritas. Consume arepas asadas, papas y plátanos sancochados y carne, pollo y pescado a la plancha o en sartenes con esos recubrimientos que reducen el gasto de aceite y, si el presupuesto lo permite, para tus ensaladas, vegetales, salsas y guisos, usa un poquito de AOVE.
¡Salud!
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