¿Estás durmiendo bien?

 


La alimentación y el ejercicio son dos pilares fundamentales del bienestar y la salud, pero reposan sobre un fundamento prioritario e indiscutible: el sueño.

Dormir es un superpoder de los humanos, indispensable e insustituible para balancear el funcionamiento de nuestro organismo. El poder del sueño está subestimado y múltiples estudios científicos han demostrado cosas impresionantes. Se estima que una mayor longevidad está íntimamente ligada a la cantidad y calidad del sueño.

De acuerdo con hallazgos científicos reseñados por el Dr. Matthew Paul Walker, científico, escritor y conferencista inglés, que es profesor de Neurociencia y Psicología en la Universidad de Berkeley, California, debemos dormir con calidad, entre 7 y 9 horas todos los días y que la privación sostenida del sueño así sea de una hora al día (dormir 6 horas por noche o menos), tiene terribles consecuencias sobre nuestra salud. Entre los efectos negativos generados por dormir menos o mal, destacan:

  1. Incremento de 65% del riesgo de morir por cualquier causa
  2. Deterioro de nuestra capacidad de aprender y de nuestra memoria
  3. Aumento del riesgo de padecer demencia, tanto Alzheimer como otras dolencias
  4. Deterioro grave del sistema inmune
  5. Deterioro grave del sistema cardiovascular
  6. Disminución de hasta un 40% del tamaño de los testículos e impactos en el sistema reproductor de ambos sexos

Estas advertencias son espeluznantes. Para compensar, Walker nos deja algunas sugerencias para mejorar el sueño:

  1. Convierte tu sueño en una actividad regular. Es normal tener una alarma para despertar, pero también deberíamos tenerla para ir a dormir. El periodo ideal de sueño podría ser entre las 11pm y las 7am o 10pm-6am o 9pm-5am (puedes sumar o restar una hora). Ese debe ser el esquema para todos los días, de lunes a domingo.
  2. Para levantarte, evita repetir la alarma, es decir, no juegues a “10 minutos más”. Despertarte con una alarma es un estrés para tu cerebro y tu corazón y si te acostumbras a que una alarma te despierte dos o más veces cada mañana, te estás generando daños serios a largo plazo
  3. Evita las pantallas (sobre todo celulares y tabletas), al menos, una hora antes de la hora de dormir
  4. Asegúrate de dormir en un cuarto lo más oscuro posible. La serotonina se segrega cuando tu cerebro percibe la oscuridad y es una sustancia química indispensable para dormir bien (próximamente podrás leer acá más sobre ella). Ve apagando las luces a medida que se acerque el tiempo para dormir
  5. La temperatura ideal para dormir mejor, para la mayoría de las personas, es de 18 grados centígrados
  6. Si te despiertas en medio del sueño y no puedes volver a dormirte, no te quedes en la cama más de 25 minutos. Haz otra cosa en otro lugar y solo regresa a tu cama cuando tengas sueño para dormir nuevamente
  7. Evita el uso de medicamentos para dormir. Tampoco el alcohol, la mariguana u otras drogas son aconsejables porque, aunque pareciera que te ayudan a dormir, tienen efectos secundarios que evitan que alcances el nivel del sueño de mayor potencial. Tampoco consumas bebidas estimulantes como el café o el té, al menos 7 horas antes de tu hora de dormir.
  8. El sueño perdido no se puede recuperar de ninguna manera. Eso de dormir 5 horas diarias de lunes a jueves y dormir 11 horas de viernes a domingo, no es una compensación. Por el contrario, se ha demostrado que ese estilo de sueño incrementa el riesgo de padecer diabetes (entre otras enfermedades).

Finalmente, este experto nos recomienda que, si estamos conscientes de que tenemos un problema habitual con el sueño, acudamos a un especialista para encontrar el mejor tratamiento y que por favor, no le repitamos a nuestros hijos ese fatídico dicho: ¡Podrás dormir cuando te mueras! La gente que duerme bien y suficiente no debe ser considerada perezosa, por el contrario, dormir bien y suficiente es de inteligentes, responsables y sanos.

Felices sueños para tus noches.

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